Bienvenidos al blog de Catequesis Bíblica.

Es una herramienta en la cual nos ofrece una ayuda para como poder ir preparando una catequesis bíblica para ayudarnos a profundizar un poco más en lo que creemos, pero también en la formación de los sacramentos de iniciación y como tiene su referencia en la Sagrada Escritura.

miércoles, 28 de marzo de 2012

Contenido de la Biblia.


1.- La historia de Salvación.

1.1.- Un Pueblo que se prepara: Dios aquerido la salvación de todos los hombres, desgraciadamente el hombre, rechazo esa amistad divina separándose así de Dios. A pesar de esto Dios nunca abandona a la humanidad caída en el pecado. Dios quiso formar un pueblo, y para eso eligió a los patriarcas: Abraham, Isaac y Jacob. Ellos son los portadores de las promesas que se harán realidad en un futuro. A través de los patriarcas, modelos de fe, esperanza y obediencia, Dios va preparándose un pueblo.

1.2.- Un Pueblo que se libera y se forma: Los descendientes de los patriarcas se establecieron en Egipto, allí sufrieron opresión y la esclavitud. Moisés fue el guía elegido por Yahvé su Dios para llevar a cabo empresa liberadora. En el desierto pactaron una Alianza con Yahvé su Dios y así quedo constituido y formado el Pueblo de Dios.

1.3.- Un Pueblo que vive bajo la Alianza: Al conquistar la tierra de Canaán bajo el mando de Josué se establecieron allí. Hubo momentos de gran fidelidad a Dios, no obstante las amonestaciones de los profetas, se fueron separando de Yahvé olvidando la alianza que habían pactado. Los poderosos explotaban a los débiles; utilizan el culto y las instituciones religiosas para tener seguridad. Por eso Dios rechazaba a su pueblo con la destrucción de los reinos de Israel y de Judá. El exilio fue el castigo a la ruptura de la Alianza.

1.4.- Un Pueblo bajo la esperanza de la Nueva Alianza: El pueblo del exilio,, ayudado por diversas personas, empieza a reflexionar sobre su situación reconoce su error y se convierte al Señor. Al regresar a la tierra prometida empieza a vivir la época de los humildes comienzos. Sólo con la seguridad de la promesa divina va preparándose en el anhelo y la esperanza la plenitud de los tempos, la venida del Mesías y la instauración del reino universal y definitivo de Dios.

1.5.- Un Pueblo bajo la Nueva Alianza: En Jesús se cumplen todas las promesas del Antiguo Testamento en el llega a su plenitud toda la historia de la salvación. Con su presencia y manifestación, con sus palabras y obras, signos y milagros, sobres todo con su muerte y gloriosa resurrección, manifiesta y realiza la reagrupación de los hombres dispersos y divididos por el pecado. Agrupa en torno a sí discípulos y gente que lo sigue, formando con ellos la comunidad, el Nuevo Pueblo de Dios. En su sangre sella la nueva y definitiva Alianza.

2.- Temas fundamentales.

2.1.- Dios: El Dios de nuestros padres, se revela con su nombre propio: Yahvé (Ex. 3, 13-15), no es una respuesta filosófica, sino la manifestación del compromiso de Dios que entra en la historia humana para tomar partido. Es un Dios que libera, Señor de la historia humana (Is. 10,24-27); Es el Dios de la naturaleza y de la creación (Sal. 8); Fuera del Él no hay ningún Dios (Is. 41,24-29). Jesús nos lo ha revelado preferentemente con el nombre de Padre (Mt. 11,25-27) para mostrar así su misericordia. Su Padre lo ha enviado a él, y el juntamente con su Padre nos dan el Espíritu Santo Paráclito.

2.2.- Pueblo: Dios que ha creado al hombre como ser sociable, ha querido también ofrecer la salvación no al hombre aislado, sino al hombre llamado a formar comunidad. Por eso desde el Antiguo Testamento, Dios se elige un pueblo para que fuera su propiedad (Dt. 7,6), pueblo consagrado a El por la alianza (Ex. 19, 5-6). EL motivo de la elección no radica en los meritos o cualidades de Israel, sino en la misericordia de Dios que lo ama (Dt. 7,7-8). En el Nuevo Testamento Jesús, elegido de Dios (Lc. 9,35) constituye él mismo el Pueblo de Israel (Mt. 2,15). En Cristo Jesús nosotros, judíos y gentiles, hemos sido elegidos por Dios, para formar su Nuevo Pueblo, pueblo universal (Hech. 13,46-48), sin barras de ninguna especie.

2.3.- Alianza: La formula “Yo seré tu Dios, tú serás mi pueblo” condensa la relación de amor y compromiso que liga a Dios y al pueblo. Dios es el que ha tomado la iniciativa de unirse a su pueblo, pero el compromiso de fidelidad es mutuo. Ya en el Antiguo Testamento Dios se había ligado con diversas personas: con Abraham, con David, con Leví, pero principalmente con su pueblo Israel. No obstante las infidelidades de este, Dios les prometió una nueva y definitiva alianza que se llevaría a cabo a través del Siervo de Yahvé (Is. 42,6). Esta nueva alianza ha sido sellada en la sangre de Jesús (Mt.26, 28), poniendo fin a las trasgresiones antiguas. Es la alianza nueva de la que los escritores del Nuevo Testamento dan fe que ha sido cumplida (2Cor. 3, 4-6).

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